EYELESS IN GAZA – La Fábrica, Reus
texto Maria Arbunes

Después de su paso por Barcelona, y de forma sorpresiva, Eyeless In Gaza (nombre extraído del libro de A. Huxley), se presentaron en Reus. Decididos a demostrar su independencia, Martyn Bates (vocal, guitarra, teclado) y Peter Becker (bajo, teclado, sintetizadores) se sirvieron de sus savias enraizadas en el más puro personalismo creativo para confiarnos su todavía pop marginal, austero, contractual y sobre todo radicalizado en la frialdad que caracteriza la motivación propia del dúo, sonorizado bajo elementos tan introvertidos como son los ritmos programados.

Naturalmente, la presentación de éstos hace empobrecer la entrega del músico en su espectáculo, pero hoy en día, tan acostumbrados estamos al producto artificial que quién no agradece algo tan establecido como por ejemplo, … por ejemplo, ay pillines, cómo de bien os lo pasáis danzando con lo nuevo de New Order, eh?. En sí estos ritmos están elaborados por el propio Peter, alma de laboratorios técnicos en sus jóvenes años. Nos encontramos, pues, con la prueba de que a veces un dúo no se corresponde con (dos).

Pero pese a esta electro-posición del grupo, y merced a la polivalencia de Peter, que comparte las cajas e ritmos con el bajo y batería, y la cruda y arrugada voz de Martyn, quienes no contribuimos con el escepticismo ambiental supimos acoger todo ese despliegue de atormentadas pasiones que nos brindaron, unas con fuerza, otras más suaves; y que desembocaron en una atmósfera propicia para un incomprensiblemente desmotivado público. A todo esto no hubo tampoco la supuesta vocalización de esas dos muchachas, ofreciéndose para esta tarea inclusive el propio Peter.

Hacia largo tiempo que no sabíamos demasiado de Eyeless In Gaza, sino el quedarnos ciertamente boquiabiertos con “Back From The Rains” su último LP que sitúa al grupo en una situación musicalmente dirigida hacia la convencionalidad de la hornada británica, con cortes como “Twilight”, “Sweet Life Longer, “Welcome Now” (Single).

Así pues, y aunque la presente contraposición nos pueda hacer dudar, debo admitir que apruebo la tendencia. Eyeless In Gaza no serán l […].
[… de 1978), algo que […] tampoco han podido […].